Ciguatera: "nunca coma productos de mar en los meses que no tengan la letra R"
En algunas ocasiones, al ingerir pescado y mariscos podemos sentir ciertos malestares gastrointestinales (dolor abdominal, diarreanáuseas, vómitos), neurológicos (calambres, hormigueos, dolores musculares, intensa fatiga, trastornos del equilibrio, sensación de sabor metálico) y/o cardiovasculares (taquicardia, hipotensión). Estos síntomas pueden revelar una forma común de intoxicación alimentaria llamada ciguatera.
Según el Biólogo Guillermo Alcántara Mateo, “la ciguatera se produce por la ingesta o consumo de pecesciguatos que habitan en los arrecifes coralinos”. En estos peces, endémicos de los trópicos y subtrópicos, se bioacumulan las toxinas que son producidas en los peces herbívoros que se alimentan de algas marinas tóxicas. Los vectores actuantes de la enfermedad son los peces semipelágicos y los que habitan en los arrecifes coralinos. Entre las más de 400 especies de peces coralinos tropicales y subtropicales, las especies más vinculadas con la ciguatera en orden de peligrosidad son Barracuda, Picúa, Morena, Peje Rey, Medregal, Mero pinto, Casabe, Casabito, Bembona o Cojinúa Cola Amarilla y Chillo, entre otros. En la intoxicación por mariscos, las toxinas son producidas por organismos dinoflagelados que se acumulan en sus tejidos.
En una cadena alimentaria, los peces pequeños se comen las algas tóxicas y resultan contaminados; entonces si un pez más grande come muchos peces pequeños contaminados, el tóxico se va acumulando en sus tejidos a niveles que pueden ser peligrosos. “Muchas personas creen que si la cocción del pescado se hace con leche o si se le agrega mucho limón o vinagre la toxina se inactiva.” La realidad es que los ácidos aumentan la absorción y la gravedad de las personas que no acuden a tiempo a un centro de atención primaria”, señala Alcántara. Tampoco es cierto que si observa que moscas, pájaros, gatos y otros animales no comen del pescado, no esté contaminado.
Uno de los dos síntomas cardinales de la ciguatera es la inversión de la sensación térmica: sensación de calor o quemadura al tocar objetos fríos, así como la sensación de frío al tocar objetos calientes. El otro síntoma característico es el hormigueo peribucal en labios y lengua, acompañado de la exacerbación del acné, hipo, sialorrea, fotofobia, sabor metálico en la boca, oftalmoplejía, agitación, delirio, parálisis de los músculos faciales, espasticidad muscular, hiporreflexia, lesiones cutáneas, ceguera temporal, caída del pelo, uñas y descamación de la piel.
Según estudios, las intoxicaciones por ciguatera son bajas, pero se ha estimado que la incidencia mundial puede ser del orden de 50,000 casos al año. La mayoría se presentan durante los meses de mayo hasta agosto, de ahí el dicho que expresa: "nunca coma productos de mar en los meses que no tengan la letra R". Conviene señalar que el número de intoxicaciones también se incrementa cuando hay una "marea roja" y que la intoxicación por mariscos se presenta en productos de mar con dos caparazones tales como las almejas, las ostras, los mejillones y algunas veces los ostiones.
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