"Del zapote no se pierde nada; se aprovecha el 100%", cuenta con visible orgullo Ramón Ortíz, directivo del Clúster del Zapote de las provincias Espaillat y Hermanas Mirabal.
Orgullo y conocimiento reciente hay que decir, pues meses atrás, cuando los miembros del clúster se enteraron de que los EE.UU. no permitían la entrada de zapote en estado natural, sintieron que el mundo se les iba abajo. El zapote -les notificaron las autoridades sanitarias estadounidenses- podía ingresar a su territorio en polvo, también deshidratado, pero no la fruta, tal cual recogida de la mata, como el clúster pretendía exportarla. ¡Tamaño asunto!
Imagínese usted: los 516 productores disponían de 25 millones de unidades de zapote y ahora no sabían qué hacer con ellos. Dirá usted y tendrá razón: falta de previsión y de inteligencia comercial de los cultivadores de zapote que no procuraron investigación de mercado.
El hecho es que ahí estaban los millones de zapotes, mucho dinero invertido y el trabajo de años. ¡Algo había que hacer para salvar la situación!
¿Convertir y transformar los zapotes? "Decisión tomada", se dijeron los productores del clúster, pero, ¿cómo, con cuál tecnología?
La primera recomendación la recibieron de un fabricante de helado que estaba dispuesto a comprarle todo el zapote en polvo que le enviaran: "Vayan a Costa Rica que ellos son unos fenómenos en la industrialización de productos agrícolas".
Averiguaron en Costa Rica: demasiado caro, mucho dinero.
Hasta que alguien les habló del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), institución gubernamental dominicana (antiguo INDOTEC) dedicada (precisamente) a la transformación/conversión de los productores agrícolas en agroindustriales.
El resultado no pudo ser mejor. Los brillantes técnicos del IIBI recibieron los zapotes, analizaron, hicieron pruebas y al cabo de unas semanas entregaron ocho (8) productos comercialmente viables del zapote:
1-En polvo (para helados).
2-Deshidratado (para uso con cereales).
3-Pulpa (materia prima para jugos y mermeladas).
4-Néctar.
5-Mermelada.
6-Aceite esencial para uso cosmético y farmacéutico (extraído de la semilla).
7-Abono (a partir de la cáscara).
8-Alimento sustituto de la soya para pollos y cerdos (a partir de las proteínas de la cáscara).
Para regocijo de sus miembros y de todos los que conocemos su historia, el clúster ya tiene pedidos de zapote en polvo para hacer helados en Europa y Estados Unidos; el zapote deshidratado será utilizado por una reconocida marca de cereales para agregarlo en trocitos, y el néctar de zapote va a ser incorporado al desayuno escolar en la provincia Espaillat (Moca). Lo otro es seguir trabajando para concretar la posibilidad con las proteínas de la cáscara de proveer alimento para suplirlo a las formidables granjas de pollos y cerdos de la provincia Espaillat.
Hoy todo es felicidad e ilusión en los 516 pequeños cultivadores de zapote.
Su historia la hemos recogido en el video que hoy compartimos.
Con el apoyo del IIBI, desde el Gobierno, convertimos un clúster agrícola en industrial, salvamos el negocio de muchos y cuidamos las familias cultivadoras de zapote.
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