Una nueva investigación determina que el ajo puede reducir el riesgo de sufrir cáncer de pulmón hasta en un 30% incluso en personas fumadoras. Ya se conocían, a través de estudios in vitro y ensayos desarrollados con animales, las propiedades anti cancerígenas del ajo, pero era necesario hacer un estudio epidemiológico en seres humanos.
Una nueva investigación determina que el ajo puede reducir el riesgo de sufrir cáncer de pulmón hasta en un 30% incluso en personas fumadoras. Ya se conocían, a través de estudios in vitro y ensayos desarrollados con animales, las propiedades anti cancerígenas del ajo, pero era necesario hacer un estudio epidemiológico en seres humanos.
El ajo es un ingrediente muy utilizado en la cocina, pero también ha sido y es una planta habitual en la medicina naturista y en la farmacología, es un alimento muy eficaz como antibiótico para combatir diferentes tipos de virus, hongos y bacterias, de hecho, se han realizado numerosos estudios que muestran sus grandes virtudes medicinales. Hay que añadir otra propiedad más de la que se tenía constancia a través de estudios in vitro, pero ahora se ha evaluado en un estudio epidemiológico en humanos. Según una investigación desarrollada por expertos del Centro Provincial de Jiangsu para el Control y Prevención de Enfermedades, el ajo reduce el riesgo de cáncer de pulmón hasta en un 30% incluso en personas fumadoras.
Los investigadores consideran que el ajo puede servir como agente quimiopreventivo contra el cáncer de pulmón, para ello es necesario consumir como mínimo dos veces por semana ajo crudo. Teniendo en cuenta el alto volumen de muertes por cáncer de pulmón asociadas al tabaco, los expertos indican que comer ajo sería una forma de reducir los índices de mortalidad, aunque lo más adecuado sería desechar el hábito de fumar. El estudio se desarrolló en China y en él participaron 1.424 personas que padecían cáncer de pulmón, también participaron como grupo de control 4.543 personas sanas. Ambos grupos participaron en unas encuestas que tenían como objetivo conocer el estilo de vida y la dieta que mantenía cada participante, sobre todo centraron su atención en dos parámetros, la ingesta de ajo y el hábito de fumar.
Los datos obtenidos tras descartar otros factores que podían influir y distorsionar los resultados, muestran un patrón de asociación protectora entre la ingesta de ajo crudo y el cáncer de pulmón, patrón en el que se incrementa el efecto preventivo con la mayor ingesta de ajo. Los investigadores apuntan que algunos compuestos químicos, como el dialilsulfuro, actúan neutralizando los agentes cancerígenos, como hemos indicado al principio esta conclusión ya se había obtenido a través de las pruebas in vitro y en animales, pero faltaba desarrollar un estudio epidemiológico en seres humanos. El dialilsulfuro es un elemento químico especialmente activo en el ajo crudo, de ahí que la investigación se centrará sobre todo en la ingesta de ajo crudo.
Sin embargo, y según leemos aquí, los investigadores no restan beneficios a otras formas de consumir ajo, sea en polvo, cocinado, en concentrados, en aceite, etc. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que las personas adultas tomen al menos un diente de ajo por día, al respecto los investigadores sugieren que sería recomendable tener en cuenta la recomendación, independientemente de sufrir o tener riesgos de padecer cáncer de pulmón, dados todos los beneficios que ofrece para la salud. Los expertos indican que es necesario profundizar más en los efectos preventivos que ofrece el ajo, por lo que es fácil deducir que se pondrán en marcha nuevas investigaciones para determinar la relación entre los compuestos químicos de los ajos y los beneficios preventivos que proporcionan al organismo.
Foto : Isabel Eyre
Fuente: http://www.gastronomiaycia.com/
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