- Los saborizantes artificiales pueden causar alteraciones a nivel neurológico
Las hierbas de olor resultan muy efectiva para agregar sabor y no ponen en riesgo la salud
GUADALAJARA, JALISCO .- La utilización de hierbas de olor, resulta muy efectiva para agregar sabor a los alimentos, y si estas se encuentran deshidratadas, se pueden añadir en cualquier momento de la cocción de los alimentos, mientras que si son frescas deben agregarse casi al final de la preparación a fin de preservar el sabor, señaló la investigadora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ruth De Celis Carrillo.
Entre las hierbas de olor que recomendó, están: cilantro, perejil, romero, epazote y hierba santa, sobre todo ésta última que combina con todo tipo de guisos y es además muy digestiva y anti inflamatoria.
Los saborizantes artificiales, como el glutamato monosódico (GMS), pueden incluso causar alteraciones a nivel neurológico expresadas a través de hiperactividad, sobre todo en los niños, son algunos de los efectos secundarios que acarrea el consumo frecuente de glutamato monosódico (GMS) contenido en muchos alimentos industrializados para potenciar su sabor, sea dulce o salado, señaló la investigadora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Ruth De Celis Carrillo.
Adscrita al Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) en su división de Inmunología, De Celis Carrillo explicó que el producto por excelencia rico en glutamato monosódico es el consomé de pollo granulado, al igual que las salsas de soya, sazonadores y aderezos.
Destacó que el glutamato monosódico es una proteína que no tiene otra función más que potenciar el sabor de los alimentos, y en niños, al igual que en personas con patologías como diabetes o fibromialgia, el efecto tóxico posterior a su consumo por lo general actúa a nivel del sistema nervioso central.
La investigadora agregó que se han estudiado también grupos de pacientes con enfermedades específicas, tales como diabéticos tipo dos o personas con fibromialgia, y se ha demostrado mayor propensión a presentar alteraciones neurotóxicas y cáncer de colon por el consumo habitual de GMS en los alimentos.
En el caso del GMS contenido en la salsa de soya, indicó, debido a que ésta contiene además sodio en exceso, tiende a producir efectos hipertensivos en personas aún sin padecer la enfermedad.
Asimismo, se sabe que el GMS está contenido en papillas utilizadas como alimento para bebés, por lo que la entrevistada hizo un llamado a madres de familia en el sentido de ser cautas al comprar alimentos y prefieran los de origen natural, preparados en casa.
Fuente: IMSS.
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