Reabrió el Mugaritz y recuerda que estudió cocina porque su mamá no quería que se muera de hambre. “Pensó que si era cocinero, por lo menos comida no me iba a faltar.
Andoni Luis Aduriz reabre hoy, después de cuatro meses en restructuración, las puertas del Mugaritz ubicado a ocho kilómetros de San Sebastián. Este restaurante es, según la lista San Pellegrino 2011, el actual tercer mejor restaurante del mundo. Aduriz, un cocinero vasco máximo discípulo de Ferrán Adrià, es una de las figuras más importantes de la cocina mundial. Su innovación y creatividad han hecho que miles de personas lo veneren.
fuente http://elcomercio.pe/gastronomia/1402946/noticia-al-tercer-mejor-chef-mundo-no-le-gustaba-meterse-cocina.
Se parece a Harry Potter viejo. Pero este mago no necesita una varita para hacer las más extravagantes creaciones. Sin embargo, este talento fue descubierto cuando él menos se lo esperaba. De pequeño no era un buen estudiante. Cuando tenía 14 años, el sistema educativo español lo obligaba a elegir una carrera. A él no le importaba nada. En ese año jaló todos los cursos del colegio. Desde educación física hasta religión. Sus padres lo matricularon en la Escuela Superior de Cocina de San Sebastián.
“Mi mamá pasó mucha hambre en la Guerra Civil y creo que pensó que si era cocinero, por lo menos comida no me iba a faltar”, dijo en alguna entrevista Aduriz.
Ya en la escuela de cocina, cuando se pensaba que la cosa sería distinta,reprobó todo el primer año y tuvo que repetirlo. No quería estar ahí, pero seguía por dos motivos: no sabía qué hacer con su vida y no quería defraudar a sus padres, quienes hacían un gran esfuerzo para pagarle sus estudios. “Al comienzo la cocina no me interesaba. Yo soy despistado, solo me engancho cuando me gusta mucho”.
Después de dos años estudiando cocina sin algún sentido en su vida, comenzó a juntarse con los raros de la clase. Con ellos empezó a leer revistas y libros de cocina. Fue ahí cuando algo cambió en su forma de pensar. Se dio cuenta que se podría hacer más, que era “una actividad creativa” y que él “podía crear”. A partir de ahí comenzó una carrera ascendente. Trabajó con Juan Mari Arzak, Fermín Arrambide, Pedro Subijana, Martín Berasategui, Ferran Adriá, entre otros. Fue con este último con el que desarrolló un mundo nuevo de sensaciones que hoy mira al infinito.
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