Cualquier juguete es siempre bien recibidos por los más chicos pero los padres deben tener mucho cuidado al comprarlos ya que el regalo inadecuado puede generar un problema de salud e incluso la muerte, advirtieron especialistas. ¿Qué hay que revisar antes de elegir el correcto para cada pequeño?
Los juguetes son siempre bien recibidos por los chicos pero los padres deben tener mucho cuidado al comprarlos ya que el regalo inadecuado puede generar un problema de salud e incluso la muerte, advirtieron especialistas.
Los científicos de la Universidad de Loyola (Estados Unidos) subrayaron que la cantidad de accidentes relacionados a los juguetes para niños aumentó considerablemente en los últimos años. La mayor parte de las lesiones fueron laceraciones, contusiones y abrasiones en la cara y cabeza de los chicos. Los casos de muertes fueron principalmente causados por atragantamientos y heridas graves por juguetes como triciclos.
CONSEJOS PARA EVITAR ACCIDENTES.
Thomas Esposito, uno de los especialistas, dijo que la primera medida a tomar por los padres es leer las etiquetas de los juguetes, que indican la edad adecuada, proveen información y recomendaciones por parte de los fabricantes.
A su vez, Esposito recomendó que los padres inspeccionen los juguetes para asegurarse de que estén bien armados y que cada parte se encuentre fuertemente adherida.
"Es una buena idea abrir cualquier cajón del juguete y buscar objetos escondidos que podrían generar un atragantamiento. Los envoltorios de plástico deben ser tirados inmediatamente porque pueden causar sofocaciones y atragantamientos", explicó.
El especialista dijo que los chicos de menos de ocho años no deben recibir juguetes con puntas y bordes filosos, o que tienen baterías o pequeños imanes que pudieran tragar.
"Los padres con niños o bebés que tienden a poner objetos en su boca nunca deberían comprar juguetes con partes pequeñas susceptibles de desprenderse", subrayó.
Los juguetes con muchos colores también pueden ser peligrosos ya que las pinturas con plomo en su composición a veces generan intoxicaciones.
"Los niños son muy susceptibles al envenenamiento por plomo por el hábito de llevarse las cosas a la boca. Este tóxico se absorbe rápidamente y puede causar problemas mentales y físicos a largo plazo, e incluso la muerte", explicó Christina Hantsch, otro de los especialistas.
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